"Mis noches"

Yo ya tuve un historia contigo, "¿con quién no?" me pregunto de todas formas, una historia no tiene que ser historia para ser, llamarme ambiguo, una historia puede ser el mero hecho del no suceso, de batir las alas a contraviento sabiendo a mucho pesar que en cada apertura de alas el viento te hará retroceder, una historia no tiene por qué ir hacia delante, y tampoco te tiene que consumir.

Amor líquido.

Os voy a contar la idea que tengo sobre el concepto de "amor", derivados, parecidos y lo que os dé la gana:
Para mi es como si cada uno de nosotros tuvieramos un bote de tinta china, entero, propio y vigilado cuidadosamente para que no le pase nada.
Seguidamente, ocurre lo inevitable, alguien aparece, lo típico. El problema se da cuando la persona "x" empieza a verte agua (amor) en nuestro bonito bote de tinta china, y como es de esperar este empieza a desbordarse. La mayoría de las personas se asusta al ver el charco derramado de su querida tinta que cuidadosamente habían custodiado por encima de todo y echan a la persona que le "llena" de agua.
Que insensatos son estas personas, pues lo que no saben es que si, claro que se derrama, además la tinta de los dos, pero lo que no saben es que tras vaciarse el bote de tinta solamente queda el agua cristalina. Y ahí se dan cuenta de lo sucios que estaban sin la otra persona.

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Nos fuimos.
Queriendo quedarnos.
Tú tenías miedo a que no fuera un cabrón como todos los demás.
Yo te tenía miedo a ti.
Los dos, realmente, teníamos miedo a querer a alguien y a que nos quisieran.
Nos fuimos.
Y a la vez nos quedamos más uno dentro del otro.
Queriendo quedarnos.
Nos alejamos, autoconvenciéndonos que el querer (nos) era dañino.

Dime ahora que hacemos con todos estos planes sin salida, con estas huidas de conciertos, con estas ganas desganadas.
Con esta mirada encendida que quema cada vez que miro a alguien creyendo que eres tú.

Estoy echándote de menos, de más. Y claro, estas noches hace más frío.

Pandora.

Debí tirar esta llave bien lejos hace tiempo.
¿Por qué coño decidí hacer copia de seguridad?
El cajón estaba cerrado por algo, era más que la caja de Pandora, eran todos los males que anidaban dentro de mí.
Pero abrirlo suponía demasiada tentación, que ingenuidad.
Lo abrí, deseoso, ansioso porque los dientes de aquella bestia desgarrasen todas y cada una de las partes de mi ser.
¿Y ahora qué?
Demasiadas heridas para suturarlas, demasiada poca fuerza para alcanzar el cajón y cerrarlo para siempre.
Tocará, como de costumbre, acurrucarme en un rincón, recogiendo cada deshecho de cada escombro de cada ruina.
Recomponer este ser inservible, para ver si así reúno fuerzas para empujarlo y cerrarlo con clavos.
Como las marcas que ellos dejaron en mi cuerpo, un estigma por cada duda.

Pedregoso, pero camino al fin y al cabo.

Ego versus ego.
Batalla del creo y no puedo.
La ambigüedad anida en el pecho de cada guerrero, todos quieren luchar, todos quieren ser los no-vencidos.
Verdaderamente serán únicos los que perezcan, ellos verán el final del camino.
Pero, ¿qué sentido tiene la gloria sin disfrute?, eso me pregunto yo.
Desafía en este camino impasible, pero hazlo eterno.
Así y solo así, quizás y solo quizás, podrás glorificarte en disfrute.
Y claro está, es mejor la gloria a duo, ¿no?. Esto lo afirmo, no cuestiono.
Batalla y no desfallezcas, porque en medio de la siguiente encrucijada está tu destino. No desertes, eso nunca, eso no es gloria, sino pena. Arriesga.
Seguramente el camino sea eterno si es camino de dos.

Ambigüedad

Y si vienes?
Arrancaría este frío de nuestra piel y te invitaría a hacer verano aquí en mi cuarto.
Te enseñaría como un abrazo puede abarcar infinidad de ciudades.
Abriría todas y cada una de mis cicatrices para cerrar las tuyas.
Haría un dakar por los poros de tu piel, deteniéndome en cada uno, absorto en su plenitud, como componen tu piel, permitiéndome tocar esta melodía que llevaba tanto tiempo sin escuchar.
Que no todo sería armonía, pero también hay algo bonito en tus notas discordantes, en tu temperamento, en ti.
Te enseñaría tanto...
Te aprendería siempre insuficientemente...
Siempre es poco. Nunca hay que conformarse, pero cada vez sería distinto.
"Que inconformista" me decías.
Y si vienes...Y si voy...
Y si no...
La pesambre acecha porque parece más lo tercero, que pena.
Querer no es siempre poder, y hoy en día no se por cual de las dos decantarme.
Me conformaré por estar, que raro en mí.

22

En noche como esta, cuando el cielo está rojo y agrietado te recuerdo, perdón, te cuerdo, porque re- sería "volver a"  y yo nunca he llegado a ese fin. Y también, para que mentirnos, todas las noches.
Se me cae la voz al suelo y por más que la llamo no vuelve, no es capaz de pronunciarte.
Ni ella ni yo, sería agrietarme a mí más que el puto cielo.
Te cuerdo, como cada mañana aspiro a no llegar al re-, nunca me lo perdonaría.
Como cuando sonrío al cordarte, como sonrío por ti, por perdurar, por no llegar a ese fin.
Como cuando parte este velero y aquí sigo, navegando entre cada desliz, entre cada risa, entre cada suspiro...No me atrevo. Muy pronto, poco tarde, demasiado volumen en este silencio.
Por como sonreirás al verme, te atreviste y no te/me lo perdonaré nunca. Por más canciones que suenen, que no suenen, que se hagan, que me atraganten, no seré capaz.
Ahora estamos en mares distintos, prométeme, que sonreirás cuando haya brisa, y te acuerdes, no "recordar", por favor. Que yo sonreiré aunque ni haya aire.